Cómo ahorrar en el consumo energético de tu empresa
Conseguir la eficiencia energética en la productividad debería ser una máxima para toda empresa. No solo por su impacto medioambiental sino por el ahorro económico que supone. Producir a buen ritmo con el menor coste energético reporta grandes beneficios. Pero, ¿cómo se consigue?
Uno de los elementos a tener en cuenta es el sistema de aire comprimido que emplee la empresa. Los compresores de aire cogen aire del exterior, lo comprime en su interior y al expulsarlo genera energía que es usada por otra herramienta para realizar una tarea.
Puede usarse para sistemas de refrigeración, grapadoras neumáticas, pintura industrial, etc. por lo que su presencia en el sector industrial está muy extendida. Han ido sustituyendo a los motores eléctricos por su ahorro energético. Pero podemos reducir aún más el consumo de los compresores.
1. Determinar el gasto de aire comprimido de cada máquina
Si queremos reducir gastos el primer paso es determinar esa cantidad con la mayor precisión posible. Esto nos dará información sobre la que basarnos cuando evaluemos el coste de la planta de producción. En lo sucesivo, se realizarán acciones de monitoreo y seguimiento del rendimiento de la maquinaria para realizar mejoras donde sea necesarias.
2. Controlar las fugas de aire
En una instalación de aire comprimido es normal que se produzcan fugas periódicamente. Cuando esto ocurre, los compresores de aire trabajarán más para compensar esa pérdida. Esto conlleva un incremento silencioso en el consumo energético. Deben realizarse acciones para prevenir las fugas con inspecciones periódicas y repararlas una vez que se identifican.
3. Apagar los compresores de aire cuando no sean necesarios
Una obviedad que suele pasarse por alto es la de interrumpir el suministro cuando no sea necesario. En las horas en las que no se trabaje o cuando no se estén empleando las máquinas que funcionan con el compresor de aire apaga los equipos. Esto ayudará a evitar el desperdicio en el consumo energético.